Daniel es un chico alto, de piel morena y pelo castaño, ojos
verdes y un cuerpo escultural bastante raro para estar estudiando ciencias en
la universidad; desde luego destaca entre todos los friquis de la clase. Hoy
hemos quedado para repasar la clase de esta mañana porque tengo algunas dudas
que él podría resolver ya que es muy bueno en bioquimica.
- Nos vemos esta tarde
¿sí?
+ Claro, te espero en
casa, ¿quieres café?
- Me encantaría un café
contigo, ¿A qué hora voy?
+ De las 16:00 en adelante.
- Perfecto, ¡nos vemos!
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- Estoy saliendo, llego en
10 minutos
+ Ay, vale, me iba a meter
a la ducha, estaré atenta.
Me dispongo rápidamente a meterme en la ducha y ducharme a
contrareloj y cuando estoy enjabonándome el pelo oigo el timbre de la puerta.
Me pongo la toalla y salgo disparada a abrir. Voy con todo el pelo lleno de
espuma y con todo el cuerpo empapado.
- Vaya, era cierto que
estabas en la ducha. Uau.
+ Si… pasa, pasa, no te
quedes ahí, yo tardo un segundo en terminar de aclararme. - digo completamente roja.
Se me queda mirando fijamente y se lanza a mis labios como cuando
un depredador coge a su presa. Yo me quedo estupefacta, por un momento no me lo
creo. Me coge en brazos y me monta encima del recibidor de la entrada mientras
cierra la puerta de la casa a su espalda.
No puedo evitar gemir ante el tacto de sus labios con mi
piel, notando como descienden por mi cuello y como sus dientes tiran de la
toalla para quitarla de su sitio, su mano se mueve libre por mi cadera hasta
que llega a su primer destino que es mi pecho y juega con un pezón mientras que
su lengua juega con el otro. Mi cuerpo se arquea ante ambas sensaciones y él en
respuesta a ese movimiento acerca su erección hacia mi entrepierna, me presiona
con todo el peso de su cuerpo contra la pared y automáticamente noto el frío
de ella sobre mi piel aun mojada.
En estos momentos agradezco estar ya desnuda,..
- Deberías terminar lo que estabas haciendo - y esboza una sonrisa que se acompasa con su
mirada ardiente-.
Me coge en volandas y me lleva hasta el baño donde me mete
en la bañera aun llena de agua y espuma y comienza a quitarse rápidamente toda
la ropa. Yo no me lo creo, estoy flipando en toda la gama de colores habidos y
por haber.
Se mete conmigo en la bañera y sus labios se aferran a los
míos con pura pasión mientras sus manos recorren mis pechos turgentes y juegan
con mis pezones erectos. Su lengua juega con la mía en mi boca y su mano no
para de bajar hasta que me abre las dos piernas para tener libre acceso a mi
sexo.
Me posa la mano encima de mi parte más íntima y comienza a
jugar con mi clítoris entre sus dedos moviéndolos en círculos rápidamente y
haciéndome gemir entre sus labios. Introduce un dedo en mi interior que me hace
retorcerme de placer en esa bañera llena de agua y espuma, la sensación es
espectacular.
No puedo evitar cogerle el miembro y comenzar a moverlo de
arriba abajo, lo que lo hace separarse de mi boca y soltar un gemido agónico
mirándome a los ojos fijamente, por lo que comienzo a mover la mano
enérgicamente, su mano se aleja de mi cuerpo y sé que es mi turno para hacerle
gozar de lo lindo.
Ahora es cuando voy a poder sacar todo mi potencial y mi
mano se acompasa con sus gemidos incesantes acompañados por su boca que se abre
para dejar salir toda su pasión desmesurada.
Y no puedo parar mi ansiedad por chupar una buena polla así
que no me lo pienso dos veces y me abalanzo hacia ella para metérmela en la
boca y degustarla como hacía tiempo que anhelaba. Mi mano se mueve a compás de
mi boca y en su cara se refleja el placer en su esencia más carnal. Cerrando
los ojos fuertemente y echando la cabeza hacia atrás disfruta de cada uno de
los movimientos de mi lengua por esa deliciosa verga.
Me toma en sus brazos y comienza a tomar todo mi cuerpo con
sus manos expertas que me recorren de arriba abajo y se centran en mi sexo
moviéndose rápidamente y haciéndome estremecer desde lo más profundo de mi
interior.
- Anda coge el gel de baño
de allí que voy a dejarte bien limpita
+ ¿Este? - digo contoneando mi trasero delante de su
mirada traviesa y llena de deseo -.
Él disfruta de las vistas de mi culo mientras me enjabona
con sus manos y me limpia muy muy adentro…
- Eres preciosa Natalia,
se nota que te das mucha caña en el gimnasio.
+ Me gusta más que me den
caña a mí
- Veo que no eres traviesa sólo en clase...
Le miro y me ruborizo, y no puedo dejar escapar una mirada
pícara que le hace darme un cachetazo y comienza a mover su mano cada vez más
cerca de mi coño húmedo y sediento de sexo…
Noto de repente su enorme polla presionándome la espalda y
moviéndose de arriba abajo haciéndome estremecer y gemir profundamente con solo
el mero pensamiento de tenerla dentro. Sentirla como se mueve entre los
cachetes de mi culo hace que me curve de placer ante el cúmulo de tantas
sensaciones.
Inmediatamente me vuelve a dar la vuelta y nos ponemos
frente a frente. No puedo evitar deleitarme con su enorme erección que
sobresale por encima del agua aun con la bañera bastante llena. Me pongo encima
de él y lentamente la introduzco en mi interior, la sensación de humedad
mezclada con el placer hacen una combinación explosiva que me hace retorcerme
de placer encima de su enorme tranca
Mi movimiento es desgarradoramente lento y mi cuerpo es todo
sensaciones, noto cómo cada centímetro de su falo se introduce y sale de mi
interior con movimientos ascendentes. Cada vena, cada pliegue, el glande en
todo su esplendor se esconde y aparece dentro y fuera de mí. Mis pechos ahora
aún más turgentes permanecen quietos esperando guerra, una guerra que no
tardará mucho en llegar, este ritmo me mata, necesito fuego porque estoy
ardiendo por dentro.
Somos uno, piel con piel y sólo pasión. La lujuria nos
recorre el cuerpo con este movimiento lento que hace que nos sintamos
completamente el uno al otro pero los dos sabemos que queremos más, mucho más.
Necesito que me folle fuerte y lo necesito ya, así que no lo
dudo y hago uso de mis dotes de mujer cogiendo mis tetas con las dos manos y moviéndolas
de arriba abajo acompañándolas con una mirada de “Fóllame sin compasión” que le
deja estupefacto.
Pero entiende al cien por cien mis súplicas y sentándose en
el borde de la bañera me coge en volandas y me la mete fuertemente, un grito de
desesperación sale de mi interior seguido de muchos más que se convierten en
una deliciosa armonía carnal protagonizada por los dos.
+ Ooohhh, siii ¡¡ahora sí
por dios!!
- Te encanta que te empalen eh…
+ Dame todo lo fuerte que
quieras – y acompaño estas sensuales palabras con un guiño entrecortado por mis
clamantes gemidos.
Y no se lo piensa, sus embestidas son brutales y mi cuerpo
no puede soportar tanto placer, se estremece ante cada sacudida y mi cabeza se
pierde en los confines de esta húmeda habitación.
Y mirándome con los ojos perdidos me coge en brazos y me
pone de pie apoyada en la pared sin sacarme la polla de dentro y sigue con su
ritmo agónico mientras yo araño todos los azulejos de la pared y grito de puro
placer (Sí, yo soy de las que gritan, y mucho.) Mi cuerpo se arquea para
recibir mejor su polla y noto como sus huevos azotan mi clítoris una y otra vez
provocándome aún más si cabe.
Sube mi pierna hasta su hombro para dejarme a mi llevar el
ritmo y esto hace que se adentre aún más en mi interior. Madre mía, la tiene
tan grande que la noto como hace tope dentro de mi, me está haciendo polvo, pero
me encanta. Le dirijo mis gemidos para demostrarle lo bien que me lo está
haciendo pasar y en un rápido movimiento me coge de la cintura y…
Me empotra contra el lavabo con tal fuerza que siento todo
su vigor entrando y saliendo de mí, desde luego este friqui de las ciencias
como yo, sabe cómo hacer gozar a una mujer de lo lindo... No puedo evitar
intentar mover mis caderas al compás de sus brutales embestidas que hacen mis
ojos tornarse en blanco augurando un gran y cercano final…
Y grito de auténtico placer ante semejante acto de lujuria
carnal, nuestros cuerpos se funden y me corro plenamente extasiada mientras él
prosigue con su ritmo deleitándose de lo que está sucediendo gracias a su gran
polla. Y finalmente culmina en mi interior llenándome por dentro de su calor ardiente y
húmedo…
- Sintiéndolo mucho vamos
a tener que quedar otra vez para repasar bioquímica señorita…
+ No, no lo sientas… estaré
encantada de dar otra masterclass contigo... - consigo decir entre gemidos-.